El miedo mueve al mundo,
y todos los miedos se vuelven realidad.
Mucho miedo que te vayas y te esfumes y desaparezcas,
y no vuelva a verte, ni a escucharte, ni amarte nunca más.
Miedo de quedar atrapado en ese abismo en el tiempo,
donde no existe arriba, ni abajo, ni tu, ni nadie a quien amar.
Miedo que tal vez nunca leas estas palabras,
de cruzar tantas puertas para después caer.
Mucho miedo de vagar eternamente por el espacio,
sin saber quien eres, ni de donde vienes, ni donde estas.
Miedo de no estar iluminado y tibio por tu mirada.
Mucho miedo de que finalmente se cumpla esta maldición.
Tanto miedo de no encontrarte nunca más al despertar.
De seguir rodando con esta pena enferma,
con este nudo en la garganta,
y esta tristeza que nunca va a rimar.
Miedo de ser de otra y de amar a otra,
de que seas de otro y ames a otro.
De caminar con vergüenza,
y mirar a Dios con deshonra,
por haber abandonado por miedo la felicidad.
El miedo mueve al hombre,
y todos mis miedos se han vuelto realidad.
Osorno
09112004