Quiten las bombas de mi oído,
que entregan mis tímpanos a la sordera.
Saquen la guerra de mi ciudad,
y no maten a mis amigos.
Alejen el fuego eterno frente a mis ojos,
y no laven su dinero con nuestra sangre.
¡Váyanse! Lleven su infierno a la luna,
saquen su oil y lárguense de aquí.
La Gran Ramera en Roma abre sus piernas,
sentada sobre la nueva Babilonia que habla inglés.
La Bestia tiene sed de muerte para la antigua Babilonia,
que entre el Tigris y el Eufrates se desangra.
Mientras ellos fornican afuera,
yo estoy solo, sentado junto a la cama presenciando.
Afuera la Bestia corta cabezas,
y la Gran Ramera se burla de su gozo y mi dolor.
La nueva Babilonia castiga a la antigua de jardines colgantes,
por el mismo barro con que fueron construidas.
Yo clamo por algo que ya esta escrito,
por favor terminen con su horrenda canción.
Osorno
23032003