Éramos niños jugando a tomar vino junto a una fogata en la playa Gigantes dunas de arenas blancas de Wuiro con los poetas Rupailaf, Antullanka, Quintupil y Paillalef y en el cielo 20 estrellas fugaces aparecieron y el océano inmenso rugía pacífico y eterno Veníamos de una lectura de poesía y un baile festivo en Chaiwuin donde sentí la música wuilliche y bailé con mis hermanos y comí Pollmay y bebí Chicha de Arveja fermentada y verdosa
Ay que cayeron niños delante de mis ojos y no podía creer lo que veía en el firmamento y debo decir que el cielo despejado es absolutamente más vasto que cualquier cosa inimaginada En fin Vi estrellas mecer en la noche profunda de una reserva natural de árboles inciviles Mar rugiendo de fondo y los poetas bebiendo vino tinto Fue que cayo el niño que llevaba dentro y vi en el cielo eterno aquello que me obliga a ser hombre y dejé de creer en dudas por dudar en lo que creo
No hay palabras para decir que vimos esa noche y no fue el vino que rojo hemos tomado Sino el cielo que trajo buenas nuevas y alguien más allá de nuestras narices y eso significa que no todo esta perdido y aprendí que no todo esta muerto Más allá del BarcoAstral había otras mentes Otros sabios y otros cuerpos y fue así lento y muy lento que se movían tres estrellas iguales y ordenadas en forma triangular y avanzaban por el firmamento y no eran aviones porque no titilaban y no eran satélites porque los satélites tienen otro recorrido y entonces eran tres estrellas que avanzaban por el cielo de norte a sur y parece que un niño nació esa noche en otro lado y ellas lo iban a saludar en la claridad como los ojos de Gustavo Había espacios oscuros y millones de estrellas Unas lejos infinitamente lejos que apenas podía ver y veo hombres caminando en la Luna y otras cerca y todo el cielo iluminado y tres estrellas volaban en formación a millones de kilómetros por segundo en nuestra incertidumbre y quedamos asustados todos en silencio Nadie dijo nada Todos vieron allá adentro en la bóveda celeste atravesada por tres estrellas de viaje perfecto Pensadas por una mente más allá de nosotros y solamente estábamos ebrios de luminosidad y tres estrellas se perdieron en la noche del horizonte austral y hoy cansado lo traigo a mi memoria y nunca sabremos que cosa tan maravillosa fue toda esta experiencia más allá de nuestro BarcoAstral
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